¿Cuántos tipos de seguros de vida existen?
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A la hora de asegurar la protección financiera futura de tu familia y seres queridos, es crucial tener en cuenta todos los factores, y para eso existen diferentes tipos de seguros de vida que se adaptan a cada caso.
Desde Correduría De Toro te traemos este artículo para que estés bien informado sobre las distintas opciones de seguros de vida en base a su cobertura que existen y cómo realizar la mejor elección con la máxima tranquilidad.
Estos se dividen en tres categorías principales de seguros de vida según la amplitud de cobertura de cada uno.
Seguros de vida familiares
Los seguros de vida familiares están diseñados para brindar una protección económica a los familiares del asegurado, frente a pérdidas de ingresos por posibles accidentes, enfermedades o fallecimiento del tomador. En cuanto a los beneficiarios de este seguro familiar, puede haber más de uno.
- Si quien contrata el seguro está casado, el cónyuge será el beneficiario preferente del seguro familiar.
- Si se tienen hijos, estos, junto con el cónyuge, serán los principales beneficiarios.
- En algunos casos, previamente indicados, los padres también pueden convertirse en beneficiarios, aunque tienen que demostrar que dependen económicamente de él.
- También pueden beneficiarse otros familiares como hermanos o nietos con los que comparta relación cercana y así lo indique previamente el asegurado.
La cobertura que incluye este tipo de seguro cubre gastos esenciales como lo serían la hipoteca, educación de los hijos o el mantenimiento de la vida habitual de los beneficiarios. Suele contratarse por personas que tienen dependientes a su cargo, o son los principales sustentadores económicos del hogar.
En casos excepcionales también puede llegar a cubrir posibles enfermedades de los hijos, destinando una cantidad fija a ayudar a pagar los cuidados o tratamientos especializados que necesite.
Seguro de vida profesional
Esta variedad en concreto, de seguro de vida profesional, está indicada para trabajadores autónomos, empresarios y profesionales por cuenta propia o ajena. En caso de fallecimiento o invalidez para ejercer la actividad laboral, garantiza su continuidad o el bienestar de los beneficiarios.
Se encarga de cubrir los riesgos asociados a la realización de la profesión tales como accidentes laborales, enfermedades incapacitantes o situaciones que impidan seguir con la actividad. Las coberturas pueden incluir:
- Capital en caso de fallecimiento, consiste en un pago único a los beneficiarios destinado a cubrir los gastos inmediatos y mantener el nivel de vida familiar.
- Capital en caso de invalidez total o permanente, se trata de una indemnización que compense la pérdida definitiva de la capacidad laboral, ayudando con gastos médicos y la futura reducción de ingresos.
- Subsidios diarios por baja laboral, en los que el asegurado se encuentra incapacitado temporalmente para trabajar
- Compensaciones económicas por pérdida o reducción parcial de ingresos durante la incapacidad temporal. Destinadas a mantener la estabilidad financiera del negocio o de la actividad laboral.
El seguro de vida profesional está orientado para personas que no cuentan con una cobertura empresarial sólida o cuya economía depende únicamente del ejercicio de su profesión.
Seguro de vida de protección de pagos
Por otro lado, el seguro de vida de protección de pagos es una póliza que se caracteriza por cubrir situaciones de incapacidad tanto temporal como permanente, o desempleo involuntario o bajas médicas. El asegurado no es capaz de obtener el mismo nivel de ingresos que antes por causas justificadas, por lo que la cobertura se encarga de amortizar las deudas o compromisos financieros pendientes.
Algunos de los ejemplos de estas obligaciones pueden ser el pago de las cuotas de la hipoteca, el préstamo del coche, el alquiler, tarjetas de crédito o préstamos personales.
Esta herramienta es fundamental para evitar el sobreendeudamiento y para mantener la estabilidad económica del asegurado y su familia ante situaciones inesperadas. A diferencia de las otras clases de seguros mencionados anteriormente, el beneficiario suele ser directamente la entidad financiera o acreedora, recibiendo los pagos correspondientes previamente pactados.
Siempre es recomendable acudir a un profesional como una Correduría de Seguros para que te puedan asesorar de la mejor manera posible. No solo te aconsejarán con la opción que mejor se adapta a tus necesidades y circunstancias, sino que además recibirás en todo momento un servicio personalizado y cercano.